Una característica destacada de las redes LPWAN (NB-IoT y LTE-M) es el bajo consumo de energía necesario para transmitir datos desde un dispositivo a la nube. Gracias a esto, los dispositivos pueden operar de manera independiente sin necesidad de una conexión a la red eléctrica y funcionar durante años con una sola batería. Un dispositivo basado en LTE-M puede operar hasta 5 años con dos baterías AA, mientras que un dispositivo con NB-IoT puede alcanzar 10 años de autonomía.
Funcionalidades de NB-IoT y LTE-M
NB-IoT y LTE-M están diseñados para la comunicación de datos a largas distancias con el menor consumo de energía posible. Dos de las funcionalidades clave para la eficiencia energética en NB-IoT y LTE-M son el Power Saving Mode (PSM) y el Extended Discontinuous Reception (eDRX).
Con PSM, el módulo celular del dispositivo entra en modo de suspensión, reduciendo su consumo energético a solo unos microamperios. Durante este período, el dispositivo no se comunica con la red. Sin embargo, cuando necesita enviar datos, el módulo celular se activa automáticamente y transmite la información de inmediato. Ajustando este período de suspensión de manera óptima, se minimiza significativamente el consumo energético.
En ciertos casos de uso, donde el dispositivo recibe datos de la red IoT pero apenas envía información, es posible ajustar la frecuencia con la que el dispositivo escucha la red. A través de eDRX, este intervalo puede extenderse desde cada 10 segundos hasta varias horas, reduciendo aún más el consumo de batería.
NB-IoT y LTE-M son la mejor opción para conectividad transfronteriza, ya que los acuerdos de roaming están avanzando rápidamente en comparación con LoRa. Los módulos celulares pueden entrar en un modo de suspensión profunda de bajo consumo (PSM) o activarse solo cuando es necesario establecer una conexión para enviar datos (eDRX), lo que resulta en un ahorro significativo de batería.
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